sábado, 29 de agosto de 2015

Bañeres - Nacimiento Río Vinalopó

    Hoy comenzamos nuestra ruta a las 8:50 desde el área recreativa Molí de l'Ombría en Bañeres de Mariola.      Dejamos el coche en el aparcamiento de esta área recreativa y comenzamos a ascender por las calles con fuertes pendientes de Bañeres de Mariola, siempre buscando su castillo, donde están colocadas unas esculturas en honor a Sant Jordi y a sus fiestas de moros y cristianos realmente impresionantes. Desde la base del castillo impresionan sus murallas y lo enriscado que se encuentra. 
    Dejamos de lado la fortaleza medieval y nos dirijimos a la mas alta de las tres hermitas con las que cuenta este municipio. Nos quedamos perplejos al advertir la cantidad de hermitas en un espacio tan pequeño, hay que ver como son estas cosas... 

    Y ahora si comenzamos a introducirnos en la montaña. Vemos rastros de antiguos incendios forestales y como lucha la naturaleza por sobrevivir, brotando desde troncos aparentemente quemados, repoblando y verdeando la montaña con una fuerza increible.

    Poco antes de llegar a la cova, vemos los restos de un castillo en un risco, justo en el punto en el que nos metemos ya en un barranco. Desde este punto, si observamos cuidadosamente podemos llegar a ver el Montcabrer. Tranquilos que no tardaremos mucho en subir esta montaña y contarlo en este blog...    

    Es impresionante ver el nacimiento del rio Vinalopó en la llamada Font de la Coveta. Ver cómo sale desde dentro de la montaña, en el interior de una cueva, y con qué fuerza y transparencia, sin lugar a dudas un espectáculo visual. Para nosotros es algo muy especial ver el nacimiento de este río que tras pasar por nuestra querida Elche, se entrega al mar Mediterraneo en la costa de nuestra ciudad, muy cerca de donde hace siglos Francesc Cantó encontró a nuestra Virgen de la Asunción portando el Consueta con las partituras del Misteri D'Elx.

     Es increible con que simpatia nace este rio, y como joven travieso viaja sus primeros metros entre cascadas y saltos de agua, creando varias pozas para el deleite de los bañistas. Su frescura y transparencia invitan al chapuzón del caminante.

    Despues de ir junto al río unos pocos kilómetros, y ver rincones espectaculares, comenzamos a separarnos de el, y la ruta cambia drásticamente, convirtiéndose en una marcha monótona y un poco aburrida.

    Casi llegando al área recreativa donde dejamos el coche, nos encontramos una fuente, a la que nos tiramos de cabeza para paliar los efectos del sol y la fatiga. Tras beber un poco de esa agua de manatial y mojarnos la cabeza generosamente, volvemos a descender al cauce del rio, donde empezamos a ver las marcas de las diferentes rutas creazas en esta zona, la ruta de los molinos, ruta botánica, PR-CV, etc... al poco llegamos al Molí de l'Ombría donde había multitud de familias disfrutando de este espacio.

     El primer tramo de la ruta, así como el nacimiento del Vinalopó, hacen que se quede un recuerdo muy divertido y bonito, haciendo olvidar este último tramo mas fatigoso y monótono.